domingo, 27 de abril de 2014

AUTOCONTROL

LA TÉCNICA DE LA TORTUGA EN CLASE

Hoy quería retomar la técnica de la tortuga, aquella que se utiliza para trabajar el autocontrol y la relajación. Para los que no la conocéis, o queréis saber más sobre ella y encontrar material para trabajarla con vuestra clase o con algún alumno en concreto, os dejo un enlace donde accederéis al materia técnica de la tortuga.

Una vez conocido bien a mi grupo de alumnos, y habiendo observado que en general, es un grupo "movido", "inquieto" y en algunos casos particulares, con dificultad para canalizar las emociones negativas, pensé que sería una buena idea llevar a cabo esta técnica, de forma que resultara además de útil, interesante para ellos.

1. Sin más, lo primero que hice fue contarles el cuento de la tortuga, que podéis descargar desde el enlace anterior. Como solemos leer diferentes cuentos e historias, resultó de agrado que les contara la vivencia de esta tortuga, sus problemas y de qué manera fue resolviéndolos.

2. A continuación hablamos sobre ello, sobre lo que le sucedía y la estrategia que había aprendido para evitar los problemas (contracción de músculos, respirar profundamente y contar hasta 5). Entre todos practicamos desde nuestro sitio cómo sería.

3. Pregunté a los chicos si pensaban que ellos podrían utilizarlo también en algún momento de su día a día. Como todos se mostraron muy participativos, hicimos una lista con las situaciones que ellos planteaban y pensábamos si el hacer la tortuga nos iba a ayudar y por qué.

4. Les comenté que yo también utilizaba la tortuga muchas veces para calmarme y les enseñé el dibujo de la tortuga que yo tenía en casa y que siempre me recordaba que podía relajarme cuando estuviera nerviosa. Ahora la dejaba en clase como un elemento decorativo más, pero que a su vez, nos iba a ayudar a todos. 
5. A continuación, todos cogimos un trocito de plastilina y creamos nuestra propia tortuga. Los niños disfrutaron muchísimo con esta idea, ya que pudieron hacer su propia tortuga, aquella que les iba a ayudar a sentirse mejor cuando estuviera nervioso o enfadado. Cuando la hubieran terminado, se la enseñaron unos a otros y pudieron llevársela a casa para ponerla en su habitación. 

A partir de aquí, lo que hicimos es practicar la tortuga un par de veces al día inducido por mí. Según trabajábamos en clase,  de forma inesperada decía la palabra "tortuga" y todos en nuestros sitios lo practicábamos y nos contábamos lo bien que nos sentíamos. Poco a poco lo hemos trasladado a otras situaciones de la clase, por ejemplo cuando hay mucho jaleo. En ese momento, digo la palabra "tortuga", y automáticamente, todos los niños se relajan respirando y contrayendo los músculos, volviendo a una situación de aula mucho más centrada. 
De practicarlo un día y otro, lo que se está dando en mi clase es que hay niños que de forma voluntaria, dicen la palabra "tortuga" cuando notan descontrol en clase. En ese caso, yo les refuerzo positivamente, elogiándoles en publico, además de ofrecerles un caramelo o un globo en la mesa. 

Esta ha sido la forma que he seguido para introducir esta técnica tan fantástica en mi clase. No es la única, pero sí es la que puedo compartir con vosotros. Puedo decir que ha sido muy bien aceptada por los chicos y funciona muy bien en gran grupo. Si se quiere enfocar en algún chico en particular habría que enfocar las conductas que queremos ir modificando y quizá utilizar algún reforzador adicional, tipo economía de fichas para incentivar que lo vaya utilizando y poco a poco trasladarlo en todos los momentos de su vida. 

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