jueves, 16 de febrero de 2017

MIS RUTINAS EN AULA TEA III

!Hola amigos! Lo prometido es deuda y voy a dar paso a describir la tercera parte de mis rutinas en el aula con los chicos. Si ha llegado por aquí alguien nuevo, solo comentaros que en las dos entradas anteriores podéis encontrar las otras rutinas, y que éstas últimas que voy a describir, son las que complementan una jornada completa. !Vamos a ello!

Después del patio....

7. CUENTO

Una vez que hemos subido del patio, solemos hacer o una actividad de mesa corta,(descritas en la entrada anterior) o escucha de un cuento.
Los cuentos que trabajé con mis alumnos cumplían algunos requisitos: fueran basados en imágenes , interactivos y que favorecieran la estimulación (táctiles, visuales, auditivos y olfativos).
A mí me gustaban mucho los cuentos de Kalandraka. En su página web podéis mirar muchas opciones para vuestros alumnos. Yo utilizaba principalmente la colección "de la cuna a la luna". Estos cuentos se asocian a canciones, muy fáciles de aprender y ayudan a prestar atención al cuento.
Mis chicos podían cantar conmigo o signar la canción mientras mirábamos el cuento. Una vez repetido el mismo cuento durante varias sesiones, pedía a algún niño que lo contara a los demás. 

8. ANTICIPACIÓN DE COMIDA

La actividad de anticipación de comida se realizaba con la ayuda de una PDI (pizarra digital interactiva), a través de un programa específico creado para ello. En una  primera pantalla los niños colocaban la mesa, es decir, el plato, la servilleta y el vaso en su sitio correspondiente.
En la siguiente pantalla ponemos la foto del primer plato. Los niños reconocen lo que es diciendo el nombre o signándolo. También indican o eligen tocando en la pantalla de la pdi si se toma con cuchara o tenedor. La misma operación se hace con el segundo plato y postre.

Es el momento de cantar una canción de anticipación de comida mientras vamos a lavarnos las manos.

9. COMEDOR


Mi presencia en el comedor era corta, pero durante el tiempo que estaba allí (unos 10-15 minutos aproximadamente y dependiendo del día), trabajaba diferentes conceptos y habilidades de la vida diaria.

Al bajar hacia el comedor, cada alumno debía quitarse el abrigo y colgarlo en su silla o dejarlo en un hueco cercano. Sobre la mesa poníamos con los niños una planificación de la comida que vamos a tomar (1º plato, 2º plato y postre), para que siempre tuvieran presente lo que toca comer y lo que toca después. Además, para aquellos niños que lo necesitaban, disponían de pictogramas que marcaban comportamientos en el comedor (esperar, estar sentado, jugar al terminar...)

Una vez servida la comida procuraba que todos los alumnos probaran algo del plato, ya que es importante que, aunque rechazaran alimentos por su sabor, color o textura, poco a poco se produjera un acercamiento.

En este sentido tengo que resaltar la gran labor del técnico superior en integración social. Tuvimos el privilegio de contar con dos profesionales en el colegio que trabajan junto con nosotros dentro del aula llevando una intervención individual en casos que lo requerían, y durante el momento del comedor. La incorporación de este profesional en centros de educación especial me parece muy necesaria, ya que desarrollan funciones importantes para los niños en su autonomía, e intervienen en mejorar la conducta. Su competencia profesional es una pieza de puzzle perfecta, que se complementa perfectamente con nuestras funciones. Espero que siga dándose a conocer y paulatinamente su incorporación en nuestros centros sea ya un hecho.

10. ASEO

Arrancamos la tarde trabajando habilidades prácticas relacionadas con el aseo. Volvemos a hacer pis, nos lavamos las manos, los dientes, nos peinamos y refrescamos con colonia. Cada niño debe coger su neceser e ir sacando los útiles cuando los vaya necesitando. Intentamos que en todo momento hagan las cosas por sí mismos pero siempre ofrecemos ayuda cuando realmente lo necesitan, bien instruida oralmente, signada o apoyándonos de una planificacion de pictogramas.

11. RELAJACIÓN


Esta rutina me parece muy interesante y solía hacerla dos veces a la semana. Para ello acondicionábamos bien la clase bajando las persianas, aspirábamos algún olor agradable (yo solía usar esencias florales), escuchábamos música acorde a la actividad y en algunas ocasiones, les dejaba una pelota de goma que al tocarla tiene destellos de luces de colores. 
Siempre teníamos el mismo espacio para hacer esta actividad, y tumbándonos en colchonetas. 
A ratos estaba yo con ellos para ofrecerles estímulos que favoreciesen esa relajación, por ejemplo, masajes con crema (si la toleraban bien), cosquillas con una pluma, soplidos suaves...
En otros momentos me alejaba para que observar su espontaneidad. Podías observar conductas muy bonitas de acercamiento a los compañeros. Algunos niños aprovechaban para jugar a esconderse bajo una sábana, pasar la pelota al amigo, tocarle o explorar su propio cuerpo.

12. TALLERES

Un día a la semana realizábamos talleres con otra aula del ciclo. Por ejemplo, el curso pasado organizamos  talleres de autonomía, de estimulación /psicomotricidad y de cocina. En cada uno de ellos el objetivo se encamina a desarrollar habilidades de autonomía que puedan extrapolar a su entorno cercano, de forma que les permita participar en él y mejorar sus destrezas personales.

En los talleres de autonomía las actividades giraron en torno al vestido y desvestido de ciertas prendas en relación a una situación diferente: si hace frío, calor, de fiesta, disfrazados…

En los talleres de estimulación sensorial / psicomotricidad planteábamos la exploración a través de todos los sentidos de distintos materiales. Así fuimos trabajando la aceptación o el rechazo de objetos, alimentos, olores, texturas….según el caso de cada niño. También se propusieron sencillos circuitos para mejorar la motricidad gruesa.

En el taller de cocina se llevaron a cabo elaboración de pequeñas recetas, muy fáciles de hacer, (colacao, tarta de galletas, sandwich de jamón y queso, cocktel de frutas...). Esas recetas la mandábamos a casa para que pudiera  practicarla con ayuda de los papás. 

13. JUEGO

Como última rutina antes de ir a casa, era el juego tanto de forma libre como dirigido. En algunos momentos les permitía que eligieran un juguete o simplemente fueran a la zona de juego a disfrutar de tiempo libre. En otras ocasiones, elegíamos un juego o juguete para todos y nos lo llevamos a la zona de juego donde les enseñaba a usarlo. Ya sabemos que muchos de estos niños no tienen una planificación de juego y necesitan que les enseñemos a hacerlo. Yo tenía una planificación de las acciones en fotografías y las ponía en un álbum para mostrárselas a los niños a la vez que lo hacíamos juntos. Y así,  hacíamos de los juguetes objetos con sentidos y con finalidad.


Con esta última rutina se acabaría la jornada del día. Por último, anticipábamos a los niños que nos machamos a casa cantando una canción de despedida.
Muchas gracias a los que habéis seguido las tres entradas. !Espero sobretodo que os haya servido y os ayude en vuestra labor!











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